Johnnie Walker Blue Label

Vuelve después de unos años a nuestras estanterías Johnnie Walker Blue Label.

¿Que lo hace tan especial?

Mezcla de los mejores Whiskys con una edad de entre 50 y 60 años.

Solamente uno de cada 10000 barriles es apto para ser un “Blue Label”

¿Te atreves con el?

Quizás hayas oído hablar del Johnnie Walker Blue Label, uno de los más prestigiosos y exclusivos del mundo.

En este post te voy a contar un poco sobre su historia, sus características y por qué es tan especial.

El Johnnie Walker Blue Label es un whisky escocés de tipo blended, es decir, que se elabora mezclando diferentes whiskies de malta y de grano. No tiene una edad definida, sino que se seleccionan los mejores barriles de las reservas más antiguas de la casa Johnnie Walker, que pueden tener entre 15 y 60 años. Se dice que solo uno de cada diez mil barriles tiene la calidad suficiente para formar parte del Blue Label.

El resultado es un whisky complejo, suave y equilibrado, con notas de humo, miel, frutos secos, especias y chocolate. Tiene un color ámbar dorado y un aroma intenso y envolvente. En boca es sedoso, rico y persistente, con un final largo y ahumado. Se recomienda tomarlo solo o con un poco de agua, para apreciar mejor sus matices.

El Johnnie Walker Blue Label se lanzó al mercado en 1992, como un homenaje al Old Highland Whisky, el primer whisky que creó John Walker en 1867. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de lujo y prestigio, siendo elegido por personalidades como Winston Churchill, Richard Nixon o James Bond. Además, cada botella tiene un número de serie único y viene en una caja elegante y sofisticada.

El Johnnie Walker Blue Label no es un whisky para todos los bolsillos, ya que su precio ronda los 200 euros la botella. Tampoco es un whisky para todos los paladares, ya que su sabor es muy particular y puede resultar demasiado intenso para algunos. Pero si te gustan los whiskies de calidad y quieres darte un capricho, te aseguro que el Johnnie Walker Blue Label no te decepcionará. Es una experiencia única que merece la pena probar al menos una vez en la vida.